jueves, 17 de noviembre de 2016

Interstellar de Christopher Nolan


A mí me ha parecido fabulosa. Aparte de hacer un interesante despliegue de datos físicos y técnicos (en su justa medida), esta película va más allá, a diferencia algunas otras del género galáctico como la más que olvidable Gravity. Fascinante me parece su intento por adentrase en lo desconocido, no por capricho sino por necesidad es la premisa de la película (escenario futuro de nuestro planeta, realista por otra parte). Por otro lado, la idea de que todo lo que amamos dejamos atrás (frase sacada de mi querido grupo metalero Converge), la difícil decisión de perseguir nuestros sueños y pasiones aunque ello implique dejar atrás a las personas que amamos. Pero como bien muestra la película, esas personas siguen siendo el sustento de nuestra existencia, no importa el espacio y el tiempo que nos separen, su imposibilidad, siempre intentaremos volver a ellas, porque no hay mayor sentimiento que el amor, es lo máximo. También explora el tema del sacrificio de uno por los demás, el altruísmo, el dilema entre la autopreservación o intentar salvar otras vidas. Pero me quedo con el vínculo con las personas que amamos, capaz de desafiar las leyes de la física, una gravedad o una fuerza de atracción tan fuerte que es capaz de hacer atravesar dimensiones, aunque suene cursi, me gusta la idea de que es la fuerza física más potente del universo.

Inside Out



Inside out me parece que muestra la mente humana y su complejidad de una forma muy visual.

Crimen y Castigo de Fiódor Dostoyevski



Lo más interesante que encontré en este libro, aparte de la exquisitez narrativa y descriptiva que maneja el autor, y de la profundidad y complejidad en el desarrollo de la psicología de los personajes, es la idea que hay detrás de la novela: el abandono de uno mismo  por amor. "La regeneración progresiva de un hombre, el paso de un mundo a otro, a una realidad hasta ahora desconocida para él". Cómo el sentimiento se impone al pensamiento.

El Lobo Estepario de Hermann Hesse



Lo que me ha quedado del lobo estepario, este maravilloso libro que actúa como el último reducto ante la opción del suicidio, es la posibilidad de la vida y del disfrute de ella.

Este libro es pura alegría de vivir, partiendo del puro odio hacia lo que es considerado como vida. 

La historia de un hombre que vive una cultura y un arte ya extinctos, no encuentra consuelo ni belleza en el mundo presente, y vaga por las calles y los bares en busca de un motivo para vivir.

Creo que ilustra perfectamente este cambio de era, personificado en Harry Haller, un hombre que vive entre dos mundos, el instintivo y salvaje, de ahí lo de Lobo, y el refinado y culto, migrando de uno a otro.

Desechado hasta el último lazo humano que le quedaba, se pone en manos de la providencia, se deja guiar por los encantos de una joven, redescubriendo los placeres de la vida.

Nuevamente, el amor se impone al pensar. Guiado por la luz de los que llama inmortales (Mozart, Wagner...), él también quiere alcanzar la eternidad, la cuál piensa que alcanzará a través del pensamiento, alejándose así de la vida, de esa realidad sin la cual nada tiene sentido. 

La oposición entre la búsqueda únicamente de la eternidad, sin ninguna motivación en este mundo de hoy, la eternidad como un camino elegido e irresoluble, ese pacto con la muerte, y en el mundo de lo físico, de lo terrenal, de lo humano, de los placeres, del baile... dos mundos aparentemente opuestos, el del hombre y el lobo, pero que no se sostienen el uno sin el otro. Por un lado, el ser con grandes ideales y aspiraciones espirituales, por otro el animal salvaje y de puro instinto. Sólo aspirar a la eternidad y vivir pensando en ella pierde su sentido, pues vives una vida para morir, sin tomar la vida cómo es, un juego, comprenderlo, y hacer con ella lo que se requiere de ti. La naturaleza espiritual sólo tiene su sentido desde la propia vida, en la propia humanidad.

"To attain to this, or, perhaps it may be, to be able at least to dare the leap into the unknown, a Steppenwolf must once have a good look at himself. He must look deeply into the chaos of his own soul and plumb its depths. Man and wolf would then be compelled to recognise one another without the masks of false feeling and to look one another straight in the eye. Then they would either explode and separate forever, and there would be no more Steppenwolf, or else they would come to terms in the dawning light of humor. He may find in one of our magic theaters the very thing that is needed to free his neglected soul."